Tecnología de vacunas
El ritmo de producción de vacunas contra la COVID-19 no registra precedentes. En este momento hay más proyectos de vacuna en producción que para cualquier otra enfermedad infecciosa.
Todas las vacunas tienen el mismo objetivo: generar inmunidad contra el SARS-CoV-2 e idealmente, interrumpir la transmisión del virus aunque la forma en que logran despertar una respuesta inmunológica es algo diferente para cada producto.
Todas las vacunas desafían al sistema inmunológico con un antígeno, que en el caso del SARS-CoV-2 es su característica proteína espiga (spike protein o proteína S) que el propio virus usa para invadir las células del organismo.
Proveer de vacunas a una población nunca fue una tarea fácil, ni barata. Hacerlo en medio de una pandemia, en un mundo habitado por cerca de 8000 millones de personas resulta un desafío enorme.
El desarrollo del operativo de vacunación contra la COVID-19 marcó un hito histórico en cuanto a su celeridad. El 2 de diciembre de 2020 se inoculó la primera dosis de vacuna en el Reino Unido, tan sólo 380 días después del primer caso descripto de COVID-19, el 17 de noviembre de 2019, en Wuhan, China. Son numerosas las variables que afectan la producción, disponibilidad, acceso, logística de distribución y administración de vacunas en un país determinado.